LOS POLLITOS SALVARÁN LA CIUDAD

Esta intervención callejera ocurrió durante la Fase 0 y 0,5 del plan de desescalada del confinamiento en Madrid, cuando el Gobierno nos permitió poder salir en determinados horarios.

Durante mis paseos a las seis de la mañana por la zona de Pacífico, se me ocurrió ir pegando pájaros de origami 3D en diferentes puntos donde fueran visibles para el resto de vecinos que también paseaban sin apenas mirarnos ni tocarnos. Era mi forma de mantener el contacto y de lanzar al aire un “¡Hola, vecino!”. Los pollitos, vulnerables y tiernos, una forma de arte fácilmente accesible para toda la población, representaban así los vínculos debilitados durante la pandemia, proponiendo un empujón a la unión a través de lo sencillo.